El Machismo en España

La violencia machista es una de las lacras de la sociedad y paso a paso los ciudadanos van tomando conciencia de esta situación, que no solo es un problema de hombres y mujeres sino que tiene que ver con la falta de educación en igualdad que equipara a las personas de ambos sexos. Hay muchos tipos de violencia como la psicológica, la económica, además de la física y la sexual, aunque unas son más claras que otras. En este artículo vamos a tratar el machismo en diferentes aspectos.

1. EL MACHISMO EN LA EDUCACIÓN

 Desde hace ya unos cuantos años profesores y orientadores están observando con preocupación que el machismo entre nuestros adolescentes y jóvenes lejos de desaparecer va en aumento pero... ¿por qué? Obviamente las causas son múltiples, aunque, sin duda, los medios de comunicación y las nuevas tecnologías están favoreciendo este crecimiento. Uno de los resultados tanto de los medios de comunicación como de las redes sociales son los estereotipos y la permisividad, ya que desde que somos pequeños hemos crecido teniendo como ejemplo personajes tanto en las películas como en las revistas que han llegado a triunfar gracias a su físico y a pasar por encima de personas sin importar el daño que se ejerza en ellas. Un ejemplo son personajes como Schwarzsenegger o Chuck Norris, que a pesar de no ser buenos actores han triunfado, con lo cual los jóvenes de hoy en día son mucho más superficiales, violentos y machistas, ya que vemos continuamente a la mujer como un objeto sexual y sin potestad. También estamos acostumbrándonos a ver cada vez más programas televisivos, videos musicales, o fotos en los que las propias mujeres son las que se degradan a ellas mismas por sus actos, su aspecto... y por tanto la imagen que transmiten al espectador. Un ejemplo de esto son programas como Gran Hermano, Mujeres y Hombres y viceversa... en los que las mujeres suelen actuar sin respetarse con tal de conseguir fama y dinero.

2. EL MACHISMO EN EL TRABAJO

Se dice que la desigualdad entre hombres y mujeres está llegando a su fin.  Sin embargo, la brechasalarial sigue patente en nuestros días. En la oficina, un entorno en el convivimos cotidianamente con los distintos sexos, se dan muchos comportamientos, tanto en hombres como mujeres, que podríamos considerar machistas. Y muchas veces, somos nosotras mismas las que hacemos ciertos comentarios o actuamos de manera que asumimos el machismo implícitamente.

Dado que el machismo es fácilmente reconocible mediante ejemplos, procederemos a presentar algunos de ellos.

·         Te confunden con la secretaria/camarera: observamos a una mujer en unas oficinas. Directamente pensamos que se trata de la secretaria del jefe en lugar de pensar que puede tener un cargo directivo u otro tipo de cargo.

·         Te consideran un riesgo maternal: las posibilidades para una mujer en edad de tener hijos de obtener un puesto de trabajo se verán afectadas por el riesgo a dicha maternidad.

·         Ser acosada: si un trabajador tiene una relación sentimental con una de sus empleadas y esta acaba rechazándolo puede derivar en un trato despótico contra la mujer.

·         Estás clasificada: si una mujer además de ser inteligente es guapa nadie la va a tener en cuenta para un trabajo importante, ya que al ser guapa se considera que  no sirves para el trabajo.

·         Si estás de mal humor seguro que tienes la regla: cada vez que una mujer se encuentra en un alterado estado de ánimo se asocia directamente con el periodo de menstruación.

3. EL MACHISMO EN EL DEPORTE

En el seno del mundo del deporte se ha llevado a cabo, desde hace ya algunas décadas, una polémica bien conocida que se niega a desaparecer: el machismo en el deporte. Normalmente, el problema suele estar relacionado con la mala gestión y financiación de muchos equipos femeninos que, prácticamente en cualquier disciplina, suelen tener una situación mucho más precaria que sus equivalentes masculinos.

También distan las cantidades astronómicas que cobran los hombres en deportes como fútbol o baloncesto al lado de lo que cobraría una mujer compitiendo al mismo nivel en el mismo deporte.