No son pocas las organizaciones que, sin ánimo de lucro, se comprometen a hacer de este nuestro planeta un lugar mejor para vivir. Unicef, Cáritas, o Iraila son algunas de las ONG más famosas y conocidas que actúan en España, además de internacionalmente. Todas ellas persiguen objetivos relacionados con la sostenibilidad ambiental, social y económica. Entre estos objetivos, se encuentran: ayudar a los sectores de la sociedad más desfavorecidos, intentar erradicar el hambre, asegurar un medio ambiente sano para nuestros descendientes…
Como es de esperar, estos coinciden en su mayoría con los Objetivos de Desarrollo del Milenio, un conjunto de 8 propuestas fijadas por la UE en el año 2000, cuyo fin último es el desarrollo humano y la mejora de la calidad de vida de todos los hombres y mujeres que habitan el planeta Tierra. Todos los países de la Unión Europea se comprometieron a colaborar con estos propósitos, para hacerlos realidad el año 2015, en el que nos encontramos.
Sin embargo, estos objetivos no son nada nuevo y original: todos somos y hemos sido conscientes de qué debemos hacer para lograr un mundo mejor, gracias a labores de trabajo y difusión que las organizaciones del Tercer Sector (ONG, ENL, Voluntariado, etc.) llevan realizando muchos años.
Hoy, hablaremos de una ONG asturiana, de nuestra misma comunidad autónoma, fundada en 1997 por el sacerdote Manolo Maquieira, con la colaboración de algunos de sus alumnos. El propósito de esta ONG tiene una estrecha relación con uno de los Objetivos de Desarrollo del Milenio: “Educación Básica para todos”.
La educación es el pilar fundamental para un desarrollo sostenible en el que todos queramos ser parte activa de la sociedad, y desgraciadamente no todo el mundo tiene acceso a ella. En los países del tercer mundo, la pronta edad a la que los jóvenes contraen matrimonio y comienzan a trabajar, la baja renta por habitante, o el predominio del sector agrícola son algunas de las causas, y a la vez efectos, de esta baja tasa de educación. Es por ello que todos debemos colaborar activamente para ayudar a cumplir este objetivo y mejorar la calidad de vida de los habitantes de estos países, que hoy en día viven en condiciones infrahumanas.
La ONG Seronda es una de las organizaciones que ayudan en la consecución de este propósito. Desde sus comienzos hace más de 17 años, sus miembros han hecho todas las labores posibles para mejorar los porcentajes de escolarización y alfabetización en países centroamericanos, más en concreto, en Guatemala.
Guatemala es un país en vías de desarrollo con casi el 17% de población analfabeta. La tasa de escolarización es también muy baja comparada con otros países, y podría ser calificada de preocupante. Esto se debe principalmente al control sobre la sociedad de las “maras”, organizaciones criminales, similares a las mafias italianas que podemos ver en las películas americanas, pero con un alcance mucho mayor. Estas organizaciones obligan a los miembros más jóvenes de las familias pobres a unirse a ellos a muy temprana edad, para así obligarles a llevar a cabo trabajos fraudulentos. Las maras son las encargadas, en gran parte, del escaso índice de escolarización en el país, ya que ellas mismas se encargan de apartar a los jóvenes de la vida escolar y utilizarlos para sus propios fines.
La ONG Seronda, con su proyecto “Puente Belice”, del que se puede encontrar más información en su página web, pretende acabar con la hegemonía de estas bandas criminales y así dar una oportunidad a los niños y chavales a integrarse en la sociedad, por medio de la educación y la vida laboral. Entre las labores que se llevan a cabo en la ONG para conseguir este objetivo podemos destacar la asistencia personalizada a los jóvenes guatemaltecos en el panorama laboral y educativo de su país, así como proyección social y difusión entre otros habitantes de la importancia de una buena educación para asegurarse un futuro mejor.
El proyecto más grande e importante de todos es, sin embargo, la construcción de un centro educativo en el país, el llamado “Centro de Formación Integral Manolo Maquieira”, en honor al fundador de Seronda, fallecido en 2006 por un paro cardíaco. En este centro se recogen enseñanzas primarias y secundarias, que permiten a los chavales conseguir títulos que les ayuden el día de mañana a encontrar un trabajo digno, o les motiven a seguir estudiando en enseñanzas superiores.
Sin duda el trabajo de la ONG Seronda es admirable y digno de mención. Por suerte, logramos concertar una cita con uno de sus cofundadores, y actual secretario de la organización, Santiago Valdés, a la que una compañera de nuestro grupo pudo entrevistar brevemente y así hacerle preguntas sobre los proyectos de Seronda y el reciente centro educativo inaugurado hace poco más de 5 años. Aquí os dejamos con el audio de la mencionada entrevista, que esperamos disfrutéis y os dé una idea más amplia de la excelentísima labor que realizan los miembros de la ONG.
Aunque muchas veces damos más mérito a las asociaciones más grandes y reconocidas, también debemos reconocer el de las ONG más pequeñas, que con pocos recursos aportan su granito de arena y colaboran para hacer del planeta Tierra un lugar mejor en que vivir.
Aquí os dejamos la página web del proyecto Puente Belice de Seronda con mucha más información de sus labores en países en vías de desarrollo. ¡Aseguraos de echarle un vistazo y, si lo veis oportuno, intentar ayudar en lo posible! Juntos, podemos mejorar la calidad de vida del planeta entero.
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